Etapas del proceso metodológico
a. Diagnóstico Familiar.
b. Acuerdo.
c. Intervención Familiar.
d. Evaluación Familiar y Cierre.
La demanda familiar:
El proceso se inicia cuando una persona o familia acude al Trabajador Social con unademanda o petición. Es necesario tener en cuenta que la demanda, generalmente es el primer contacto de la familia con el Trabajador Social. La demanda puede adoptar múltiples formas puede ser explícita y concreta, o inespecífica y ambigua, material, inmaterial, en términos individuales o familiares.
La demanda es el primer elemento de información con que contamos y nos da orientación acerca de:
1) Lo que la persona demandante considera que es problemático para ella, su familia o para su entorno inmediato.
2) De la manera como esa persona encara sus dificultades: como algo propio y que esta en relación consigo misma; o como algo que le es ajeno, que le es dado.
3) De las expectativas que tiene esa persona en la resolución de sus dificultades y del papel que, a su juicio, tienen que cumplir tanto ella, como la institución, el Trabajador Social, los recursos.
4) Finalmente de la forma como cree que puede ser ayudada por el Trabajador Social.2
4) Finalmente de la forma como cree que puede ser ayudada por el Trabajador Social.2
a. Diagnóstico Familiar:
En Trabajo Social Familiar, al realizar un proceso de diagnóstico con una familia, éste no puede ser realizado desde una sola caracterización. Si se fragmenta a la familia y se analiza solamente algunas áreas, no se podrá comprender su efecto siempre dinámico. El desafío es una mirada holística de la familia, en donde se incluyan todas las dimensiones que la componen. El diagnóstico familiar es así, mucho más que la suma de los diagnósticos individuales de cada integrante de la familia.
Objetivo del diagnóstico: Conocer las problemáticas sentidas y no sentidas de la familia, sus recursos y habilidades tanto en la dimensión directa como en la indirecta. Procedimientos a realizar en esta etapa: Actividades :Contactos telefónicos o personales con el o los derivantes, Revisión de fichas sociales o clínicas de la familia a atender. Visita Domiciliaria. Reunión clínica / técnica. Coordinación institucional. Registro de las intervenciones. Técnicas 3: Entrevista, observación. Genograma, ecomapa, fotografías familiares. Hipótesis sistémica.
En Trabajo Social Familiar, al realizar un proceso de diagnóstico con una familia, éste no puede ser realizado desde una sola caracterización. Si se fragmenta a la familia y se analiza solamente algunas áreas, no se podrá comprender su efecto siempre dinámico. El desafío es una mirada holística de la familia, en donde se incluyan todas las dimensiones que la componen. El diagnóstico familiar es así, mucho más que la suma de los diagnósticos individuales de cada integrante de la familia.
Objetivo del diagnóstico: Conocer las problemáticas sentidas y no sentidas de la familia, sus recursos y habilidades tanto en la dimensión directa como en la indirecta. Procedimientos a realizar en esta etapa: Actividades :Contactos telefónicos o personales con el o los derivantes, Revisión de fichas sociales o clínicas de la familia a atender. Visita Domiciliaria. Reunión clínica / técnica. Coordinación institucional. Registro de las intervenciones. Técnicas 3: Entrevista, observación. Genograma, ecomapa, fotografías familiares. Hipótesis sistémica.
El proceso de diagnóstico termina una vez recopilada toda la información significativa que se necesita para la comprensión de una determinada situación familiar. Este proceso se traduce finalmente en la elaboración hipotésis sistémicas. Peggy Papp señala que la hipótesis inicial es necesariamente especulativa y se la utiliza como base para recoger información adicional que habrá de confirmarla o bien refutarla No es necesario esperar a contar con una hipótesis definitiva para intervenir, ya que con frecuencia solo las intervenciones permiten descubrir una información crucial. El propósito fundamental de la hipótesis es establecer conexiones. Para efectos de este modelo, se elaboraron dos pautas de diagnostico familiar las cuales pretenden abordar la dimensión del Trabajo Social Directo y el Indirecto. Se consideraron los aportes de cuatro autores que son Hartman Hartman Laird y, Ana María Campannini, Peggy Papp y Virginia Satir.4
2. Ituarte,Tellaeche,Amaya “Procedimiento y proceso en Trabajo Social Clínico” Consejo General de
Colegios Oficiales de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales.Siglo XXI editores. 1ª
Edición.Madrid 1992. Pág. 22
3 En relación a las técnicas es necesario señalar que, n o siempre se usan todas ellas, su empleo es de acuerdo a
cada una de las familias y en relación al adiestramiento de cada trabajador social.
4 Mora Rojas, Ana Isabel . “ Lineas generales para la evaluación familiar” Basado en Hartman y Laird
“Family Centered Social Work” New York 1990. en Revista Costarricence de Trabajo Social. Diciembre
1994. Nº4.Organo oficial del Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica.
En la pauta de diagnóstico para la “dimensión directa” de la familia se consideran los siguientes elementos:
1. Antecedentes y datos básicos sobre la familia que consulta.
2. Antecedentes de la demanda o motivo de consulta.
3. Antecedentes de la estructura familiar.
4. Antecedentes de la situación problema.
5. Antecedentes de las fuerzas familiares para la estabilidad y el cambio.
6. Fuerzas o factores claves de evaluación de Virginia Satir.
En la pauta de diagnóstico para la “dimensión indirecta” de la familia se considera principalmente: las redes sociales y enlaces con la sociedad. Se puede complementar con la aplicación del Ecomapa. Para el Trabajo Social Familiar, la dimensión indirecta adquiere una gran importancia, especialmente cuando es una situación del contexto extra familiar la que está produciendo o manteniendo una situación problema
b. Acuerdo:
Previo a desarrollar la intervención propiamente tal, el modelo propone la realización de un Acuerdo explícito, escrito u oral, entre el Trabajador Social y la familia.
Objetivo del acuerdo: Se espera que se pueda manifestar a través de un ritual, las intenciones de cambio manifestadas por la familia al acudir a un proceso de intervención familiar. Dicho acuerdo debiera considerar los siguientes puntos: Fechas y horarios de atención.Lugar en que se realizarán las atenciones (institución y/o domicilio de la familia).Duración aproximada del proceso de intervención familiar (tiempo y frecuencia de las sesiones).Definición del problema Derechos atribuibles al profesional (citación de otras personas significativas, entrevistas individuales con algún miembro, etc. ).Derechos atribuibles a la familia (solicitudes especiales, etc.)Arancel ( cuando corresponde )
En relación a la definición del problema, se espera que una vez que el Trabajador Social en conjunto con la familia han realizado el proceso de diagnóstico, exista una devolución hacia la familia respecto a la situación problema. Como se ha mencionado anteriormente, cuando una familia consulta, viene con su propia definición de problema. Si el Trabajador Social acepta esta definición, limitará la posibilidad de un cambio más profundo en la familia, ya que su definición entiende que el conflicto es causado por un solo miembro de la familia, “ el paciente identificado “. Por esta razón, se espera que al iniciar una intervención familiar, se realice un acuerdo que también incluya un consenso respecto a la definición de la situación problema, entre el Trabajador Social y la familia. Si bien lograr esto es a veces solamente posible con posterioridad a la intervención, por lo menos se debe velar por que toda la familia se sienta mínimamente implicada en el problema y así la responsabilidad no recae exclusivamente en el paciente identificado. El acuerdo es principalmente un acuerdo comunicativo.
Procedimientos a realizar en esta etapa:
Actividades :Consulta Social especializada. Técnicas :Redacción de un contrato, si este es por escrito.
c. Intervención Familiar.
Para el Trabajo Social Familiar el objetivo de esta etapa es: modificar en la familia pautas disfuncionales de relaciones, tanto en su dimensión interna como externa. El principal sustento de ésta intervención es la Relación de Ayuda que establece el Trabajador Social y la familia. Para el Trabajo Social Familiar que plantea este modelo, existirían como se ha mencionado anteriormente dos dimensiones; una directa y una indirecta. Ambas intervenciones pueden ser simultáneas o en forma separada, pudiendo ser aplicadas tanto en la institución, en el hogar de la familia y/o en la localidad donde esta. En relación a los problemas que ameritan una intervención familiar en las relaciones familiares desde la práctica del Trabajo Social, dos autoras, Peggy Papp y Ana María Campannini,se han preocupado al respecto. Peggy Papp plantea que cuando existen síntomas al interior de una familia, estos cumplen distintas funciones en distintas situaciones y que algunos síntomas son menos esenciales que otros respecto del equilibrio de la familia. Cuando el síntoma es primordialmente una respuesta a una crisis o a un hecho transitorio.En tales casos, corresponde emplear un enfoque directo, en que el terapeuta o profesional se limita a definir el problema y a aconsejar a la familia qué hacer al respecto. Si en cambio el síntom a está siendo usado como un arma, o si se mantiene en un ciclo de interacción repetitivo, es muy probable que se frustre cualquier intento de aliviarlo. El terapeuta se encontrará entonces en una posición paradójica, pues la familia le pedirá que elimine un síntoma que ella misma está empeñada en mantener pero que no puede reconocer abiertamente. En estos casos, lo más conveniente es utilizar un enfoque indirecto o paradójico, que se centra en las consecuencias de desbaratar ese empeño. Se pueden efectuar en forma alternada intervenciones directas y paradójicas. Ana María Campannini, destaca otro tipo de intervención desde el Trabajo Social que denomina Asesoramiento Psicosocial, el cual se define “ como el nivel de intervención en el que los recursos que el profesional pone en juego en el proceso de ayuda a los usuarios se concretan, casi exclusivamente, en la capacidad del Asistente Social para utilizar la herramienta de la relación y la comunicación. Es pues un trabajo de esclarecimiento, de apoyo que apunta al logro de un nuevo equilibrio en el sistema usuario”5
Las autoras identifican, al trabajador social como un profesional que
establece una relación de ayuda con una familia que se encuentra estancada en
su proceso evolutivo y en donde la esencia del cambio frente a esta situación
problema está única y exclusivamente centrada en dicha relación.
5 Campanini,Anna María y Luppi, Francesco “Servicio Social y Modelo Sistémico” Una nueva perspectiva para la
práctica cotidiana.Editorla Paidos, Buenos Aires Argentina 1991.Pág 210
su proceso evolutivo y en donde la esencia del cambio frente a esta situación
problema está única y exclusivamente centrada en dicha relación.
5 Campanini,Anna María y Luppi, Francesco “Servicio Social y Modelo Sistémico” Una nueva perspectiva para la
práctica cotidiana.Editorla Paidos, Buenos Aires Argentina 1991.Pág 210
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